domingo, 28 de septiembre de 2014

29.1.12

Escribe : Dr. Alvaro Delgado Quiroz


        ¿ QUE  ES  SANMARQUINIDAD?
SANMARQUINIDAD
1551-2014
Dr. Nicolás Álvaro DELGADO QUIROZ.
Prof. Princ. 40 hrs. UNMSM

RESULTADO de larga trayectoria vivencial en la acción educativa peruana iniciada por los religiosos dominicos 1548, quienes mantenían en su Convento de Lima un ESTUDIO GENERAL, en tenaz competencia con los jesuitas en el campo de la educación superior virreinal.

Nace La Real Universidad De Lima 12.05.1551 - foco poderoso encendido con la inteligencia europea de la educación superior del siglo XVI.

Desde el Virreinato (1551) hasta la República (2012), - en forma cíclica -  excelentes profesores, alumnos y Rectores, pero también personajes de ocasión por el linaje, la política, o el dinero y por razones de ocasión ejercieron pálido liderazgo de las diferentes generaciones peruanas de universitarios. En aquella trayectoria de 461 años viajaron por sus aulas numerosos peruanos y escasas peruanas para aprender profesiones, producir ideas y reflexiones con la finalidad de mejorar al hombre y sociedad peruanizando la cultura disponible desde esta Lima de latitud tropical sudamericana para irradiarla a todo el continente americano. Ellos han escrito y hecho la educación superior en el virreinato, independencia y república 2012.

RECORDEMOS que en  1571, como tributo católico a los 4 evangelistas de la Biblia Cristiana, salió sorteado el Evangelista San Marcos con derecho en la apuesta a dar nombre a la entonces flamante Real Universidad De Lima, que desde entonces se le conoció con el nombre de REAL Y PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS.

La UNMSM es aquí y ahora nuestra Alma Mater, la más antigua de América y el Caribe que individualmente nos liga y repele, que encadena el presente con el futuro latinoamericano.

En el pasado virreinato San Marcos tenía todo el adelanto de sus coetáneas europeas pero el esfuerzo fugaz aunque repetitivo de los universitarios que vinieron después, crearon para el Perú el símbolo SANMARQUINIDAD.

En la comunidad SANMARQUINA  se fue gestando el gran germen del valor axiológico “SANMARQUINIDAD”, que aumentaba el embrujo para quienes arraigados y fieles a la misión y visión de la Educación Superior en las diferentes Facultades adquirieron el mismo sortilegio conventual como “el Perú para los peruanos”, sentimiento de encanto, síntesis armoniosa de la historia de la educación superior, forjadora de la cultura nacional.

La educación universitaria peruana con la SANMARQUINIDAD adquirió elementos propios que enriquecen nuestra existencia porque se desprenden de la observación comprensión e interpretación de la realidad peruana individual y social, inicialmente en Lima y luego de las diferentes regiones naturales peruanas en el proceso histórico de la civilización.

A la UNMSM debemos estudiar y amar no sólo por el filial cariño de gratitud, por lo tanto que de ella hemos recibido. España trajo la civilización occidental que modeló al Perú aborigen, fundiendo con ella en San Marcos la civilización del Viejo mundo: Asia y África en un solo cuerpo y alma SANMARQUINA.

Mestizos: indo-afro- sinense - europeos en proceso esencial de civilización con culturas, razas y fenotipos insignes de sangre y de alma que han dado nombre, educación y linaje a la cultura peruana actual, con virtudes y defectos genéticos de orden, de cátedra, mal praxis, método, disciplina, excelencia, premio nobel de la literatura etc.

En ese mestizaje radica nuestra confraternidad y comunidad con el viejo mundo con conciencia de cordón umbilical, solidaridad entre las diferentes razas humanas. Nace con el mestizo universitario peruano el sentimiento de sanmarquinidad.

Este es el momento en que se produce la conciencia colectiva del pluriconocimiento en la Universidad depositaria de toda la tradición del movimiento universitario mundial.

La SANMARQUINIDAD comienza a vivir el itinerario del tiempo y del conocimiento y se va sumando lo mejor de los anhelos de nuestros antepasados homínidos con peculiares intereses y modo de sentir la geografía-historia que se traduce en un persistente ideal según las vicisitudes de las circunstancias, empujando a la intelectualidad hacia el éxito y colocándole lastres que la paraliza, politiza que la desvía pero sobre todo la falta de liderazgo que la lleva algunas veces a la sombra y al ensueño.

La actividad SANMARQUINA  ha logrado conocimientos y ralizaciones en la ciencia universal de la naturaleza y en las ciencias del espíritu con objetivos y aspiraciones en las obras de los hombres que han divulgado el bien, la belleza, libertad para una convivencia con derechos y obligaciones.

La SANMARQUINIDAD es el valor que necesita sembrarse vitalmente con la educación de las nuevas generaciones para poder transmitir poderes y valores axiológicos para asegurar su continuidad y crecimiento de modo sostenible y duradero. La SANMARQUINIDAD es una realidad, una necesidad, para la vida individual de los estamentos docente, dicente y egresados SANMARQUINOS con tendencia al desarrollo y perfeccionamiento.

Todo SANMARQUINO que hace mejor su trabajo teniendo como modelo al sabio forjador de la justicia, caridad con patriotismo, hace SANMARQUINIDAD. Hoy aparece con necesidad la obligación consciente de despertar la SANMARQUINIDAD,  darle vida en su ALMA MATER para que adquiera conciencia clara y plena de su vigencia. No sólo con explosiones bulliciosas de protestas o instantáneos homenajes que periódicamente se manifiestan en los procesos electorales, concursos, inauguraciones etc. sino con el movimiento prudente, conciente, enarbolando la SANMARQUINIDAD después de la aceptación deliberada de constante sacrificio para darle a nuestra Casa de Estudios el lugar y el destino de Universidad Mayor - Decana de América, en el concierto latinoamericano por el mérito logrado en la historia.

El Perú ha recibido de la SANMARQUINIDAD la ayuda del conocimiento para el desenvolvimiento del destino individual del joven como ser humano, feliz, moral y eficiente en un proceso continuo de profesionalización, post-profesional y en cada etapa de la formación universitaria con aspiraciones de crecimiento y maduración continua.

La SANMARQUINIDAD ha servido para formar hábitos afectuosos inconscientes debido a la permanencia convivencial continuada en los claustros de formación profesional entre 5 y 10 años y que intencionalmente ha influenciado la conducta del adolescente cuando estudiante universitario. Hizo del adulto profesor de cátedra de 20-70 años, el maestro del postgrado que hundió sus raíces con mucha humildad y vocación de servicio para modelar y facilitar el desarrollo de la población económicamente activa en el Perú.

La SANMARQUINIDAD, ahora vive en el mundo de la naturaleza y en el mundo de las obras del hombre que es el mundo de la cultura que varía desde el virreinato y en el lugar geográfico latinoamericano, viviendo la SANMARQUINIDAD en el egresado SANMARQUINO en cualquier latitud del mundo actual.

En la toma de decisiones periódicas para elegir autoridades y prever un mejor destino, aparece la necesidad de hacer despertar la SANMARQUINIDAD, en los egresados sembrados en el Perú y en el mundo, de robustecer en la comunidad SANMARQUINA la conciencia individual de la SANMARQUINIDAD,  para depurar los vicios y defectos que le han impedido realizar el ideal de la administración que entrañe la redención SANMARQUINA. 

La obra universitaria de cada alumno, profesor y egresado sanmarquinos debe exponerse con gratitud, entusiasmo, ética y crítica, con amorosa ovación a la verdadera excelencia y severa censura a la irracionalidad del que por ahora ostenta el  pseudopoder omnisciente.

En cada SANMARQUINO hay al mismo tiempo impulsos patológicos encontrados de rechazo y de  amoroso apego a la tradición SANMARQUINA. Queremos reformas en la administración docente, para el cambio para estar caminando paralelamente en el carril de la evolución cultural que sucede en el mundo globalizado. Deberíamos dejar en San Marcos en elecciones democráticas a lo mejor y retirar del escenario a fingidas excelencias de imaginarias virtudes y buenas cualidades para encubrir las manchas y miserias de su gobierno o magisterio.

No queremos engañarnos por ser culpables de permisividad y tolerancia de lo ocurrido en San Marcos porque sería a la postre funesto. La lisonja a los que conducen actualmente a la UNMSM, no es prueba de gratitud sino de enemistad oculta.

La verdad es la que realmente traerá la cura que ha producido la falta de SANMARQUIDAD en las últimas generaciones de profesores y estudiantes. Tampoco es bueno exagerar el pesimismo, la protesta del error ante los desaciertos cometidos.

No queremos hacernos imparciales porque será falaz  y pedante y menos indiferentes del mal o bien que todavía existe en las diferentes facultades, es solamente la SANMARQUINIDAD como luz de una emoción intensa, salida de una fragua de un grupo de SANMARQUINOS con pasión pura que no se opone a la justicia, a la verdad para defender lo que merece defensa y alabar lo que reclama admiración.  

Afortunadamente, gratamente en las siguientes publicaciones haremos recordar a los maestros de la SANMARQUINIDAD que hicieron y hacen que en el Perú la cultura, ciencia, arte y economía vivan a través de los siglos. Esos grandes maestros de todas las Facultades Sanmarquinas han facilitado la creación, la conservación de lo útil, científico, bello, heroico, de peruanidad y  la cultura que han  posibilitado el desarrollo de la civilización peruana.

La SANMARQUINIDAD ha establecido grandemente las bases de la vida social peruana, pues mira el porvenir para asegurar su existencia y desarrollo continuado.

La SANMARQUINIDAD ha salido de sus claustros en forma horizontal para hacerse difusa y continuar en la sociedad y en las otras universidades que han aparecido en la trayectoria de la Educación peruana. En ellas con la acción docente ha excitado la reacción para su propia afirmación apelando a su propia actividad.

La SANMARQUINIDAD tiene ideales humanísticos pues  libera al espíritu del dogmatismo y autoritarismo de la coacción de los gobernantes ocasionales.

Observando directamente al Homo sapiens sapiens y a su naturaleza de peruanidad y aplicando la experimentación, en los laboratorios SANMARQUINOS ha desarrollado la ciencia, ha acentuado el valor de la persona saludable libre independiente y responsable de sus actos para alcanzar el ideal democrático.  Ha facilitado la realización de los planes y proyectos vitales para la solucionática de los problemas de educación y salud con los recursos naturales peruanos, y con la escasa tecnología disponible.

Para ello en nuestro pasado remoto encontramos el estímulo y orgullo en la herencia de glorias de las culturas aborígenes peruanas. Tenemos sin embargo el recuerdo de oportunidades que pasaron, de muchas  omisiones y ausencia de Sanmarquinidad y posibilidades olvidadas, de falsas oportunidades malogradas, por la inconstancia de las gerencias que las lecciones de historia enseñan a evitar, por los múltiples vicios que nacen del egoísmo y discordia, etc.

En fin, la SANMARQUINIDAD en la educación continua para la vida es nuevamente el embrujo para quienes estudiamos y padecemos con ella la profesión de profesor y aprendiz profesional. Los claustros sanmarquinos y la casona, las sedes docentes de los Hospitales de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima y la ciudad universitaria adquieren el valor de sortilegio con la exclusividad de San Marcos para los SANMARQUINOS.

San marcos con la Sanmarquinidad es una de esas universidades que ligan y liberan, que patológicamente encadenan. En los siglos XVIII y XIX, San Marcos era la única Mayor con colegios donde se ensañaba religión, letras y ciencias, sin embargo ya era llena de encanto.  Nació con los mismos fueros que la universidad de Salamanca de España, 1551.

La SANMARQUINIDAD en el futuro deberá cumplir supremos fines en la cultura peruana. Es preciso entender, cultivar y propagar la SANMARQUINIDAD. Es hora de encontrar alternativas para descubrir el camino recto, difícil pero seguro que nos lleve al desarrollo conjunto integro, unitario, vulgarizando el conocimiento superior que infunda el sentido de la tradición SANMARQUINA. Que exalte nuestros valores Sanmarquinos sin los cuales San Marcos es una universidad sin SANMARQUINIDAD.

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